miércoles, 19 de octubre de 2011

IF I HAD A BOAT




Parece que lo de encerrarse en casas en medio de la nada está empezando a resultar una fórmula infalible para sacar discazos. Lo hizo Bon Iver con su primer álbum, dando como resultado un fulgurante debut con "For Emma, Forever ago" y recientemente lo siguió Apparat, con un impresionante giro con "The Devil's walk". Pues también le ha funcionado a James Vincent McMorrow, que también ha debutado con encierro musical y discazo, con un más que notable "Early in The Morning".

Temprano in the morning o tarde in the night, la voz de este dublinés te cala en los huesos y se acomoda en tus entrañas de una manera indescriptible. De una sensibilidad a veces desbordante, sus canciones te atraviesan desde la primera vez que las escuchas, recordando inevitablemente a grandes de los grandes, como Bon Iver, Anthony Hegarty, Matt Berninger o Sufjan Stevens. A todos ellos y a ninguno en particular, despuntando con una personalidad propia plagada de múltiples registros.

Aunque el disco lo sacó en 2010 en Irlanda, no ha sido hasta el lanzamiento por parte de Vagrant que realmente ha recibido su merecidísima fama internacional y por fin nos ha llegado al resto de los mortales. Personalmente, me quedo con la parte menos folky del disco, que es donde el irlandés desnuda más su voz y nos regala momentos tan grandes como el final de "If I had a boat", con el que a una le dan ganas de subirse a un barco y navegar hasta alcanzar todos los sueños posibles.

Bienvenidas y bienvenidos a la nueva hornada de ewoks barbudos y sensiblones que se esconden en los bosques de Endor para componer canciones hermosas y torturadas.


A la mierda con los linces ibéricos.
Protejamos a los ewocs.
Patrimonio de la humanidad ya.







If I had a boat, I would sail to you
Hold you in my arms, ask you to be true
Once I had a dream, it died long before
Now I'm pointed north, hoping for the shore

jueves, 13 de octubre de 2011

ENOUGH THUNDER





Cada vez la vida va más deprisa. Las cosas son más efímeras. Las relaciones son más cortas, las amistades van y vienen, el amor se escapa antes de tiempo y la música dura menos en nuestras librerías. Cada vez somos más exigentes. Exigimos que nos amen cada vez mejor, que nos sorprendan, que no nos aburran con lo mismo de siempre. Somos como niños consentidos que se cansan rápido de sus juguetes porque siempre tienen otros nuevos con los que jugar.

Ahora no se puede ser James Blake y sacar un EP como Enough Thunder sin ser criticado por falta de innovación. Ahora no basta con romper los esquemas con un primer disco que hizo temblar los cimientos del Dubstep y del Soul. Ahora hay que volver a romperlos con algo todavía más rompedor. ¿Pero acaso James Blake puede ser todavía más grande? ¿Tenemos que obligarle a sacudirnos con otra reformulación del dubstep cuando su primer proyecto ya nos había sacado de nuestras colapsadas y repetitivas bibliotecas musicales?

James Blake sigue siendo enorme. Y por algo lo han seguido, adorado y plagiado en todos los rincones de la tierra. En "Enough Thunder" se desprende todavía más del artificio, dejando su voz más desnuda y frágil, mostrándonos sin complejos a un compositor sobrenatural que puede permitirse el lujo de hacer un solo con piano y alejarse del estilo que él mismo inició.

Menos auto-tune. Menos bajos. Menos bases. Menos ritmo. Menos efectos.
Pero más James Blake. Y en estado puro.


Que se mueran los que se atreven a hacernos dudar de su talento. Ni puto caso, James.






Baby, that's enough thunder
Tell me are you with me?

miércoles, 5 de octubre de 2011

ICARUS





Casey Dienel, debutó a los 22 añitos en solitario con un album llamado "Wind-Up Canary", cuya repercusión internacional fue más bien escasa, pero con el que se la llegó a comparar con Suzzanne Vega, Laura Nyro, Joni Mitchell o Regina Spektor. En el 2008 se unió al polifacético Shawn Creeden y nació White Hinterland, proyecto que firmó con el sello independiente Dead Oceans (el mismo de Destroyer o Bishop Allen) y con el cual ha sacado ya tres discos. El último de ellos, "Kairos", experimenta con grooves mucho más profundos y se acerca a ese R&B oscuro y subterráneo del que no podemos escapar últimamente.

Recién conocidos para mí, White Hinterland han sacado un disco vaporoso y envolvente, que va del soul más místico al pop más armonioso, dejando de lado la herencia más instrumental y vocal de los trabajos anteriores. Como el mismo nombre indica, se trata de un viaje introspectivo por un espacio atemporal por el que apetece perderse sin prisa, y es que canciones como "Icarus" nos submergen en mundos líquidos, a través de los cuales la realidad nos parace menos dura, más etérea, más soportable.

De momento no hay gira ni disco a la vista, pero en la sala de espera suena "Kairos", el hilo musical perfecto para esperar mientras nos llaman para otra visita al cielo. ¿Quién tiene prisa? Yo no.





Let the sun rain down on me
'Til covered in dew
All pink and new and reborn
Cut past the gray and countless forms
Condemned to kill or be conquered